La cocción se clasifica en a la brasa, hervidos, al vapor, a la plancha, al horno y fritos.
Se entiende por cocción el proceso a través del cual pasan los alimentos para su posterior consumo, este mismo proceso tiene una gran incidencia en la forma de digerirse estos por el organismo y en la conservación de sus nutrientes.
De aquí que en los regímenes dietéticos, la cocción guarde un papel fundamental para la conservación de los minerales, nutrientes y de las vitaminas.
¿Cuáles son los tipos de cocción?
La brasa
Estamos frente a uno de los métodos más milenarios de todos, uno que hemos heredado de nuestros antepasados, el cual consiste en utilizar carbones o bien pedazos de madera y llevarlos a fuego.
Lo ideal es que solo queden las brasas, es decir, que el fuego haya dominado el interior del material del elemento utilizado, y lo mantenga encendido, para que los alimentos puedan coserse, siempre y cuando no existan llamas, ya que estas solamente quemarán los alimentos.
Hervidos
Es muy común en los climas fríos, ya que los hervidos suelen reconfortar el cuerpo y el ánimo, que suelen amilanarse ante las bajas temperaturas, estos consisten en llevar los alimentos a ser cocinados en agua, la cual llega a un nivel de temperatura, que la lleva a hervor, pudiendo esta:
- Ablandar los alimentos, en el caso de que se preparen leguminosas o granos.
- A diluir los alimentos, en el caso de que se traten de cremas previamente preparadas y que deban de ser disueltas en agua.
- A guisar los alimentos, en el caso de las carnes, sean rojas o bien se trata de pollo, el llevarlos a agua hervida resulta ideal para doblegar su contextura y para poder parrarlos junto a tubérculos que le den un gran sabor.
Lo primordial a la hora de preparar estos platos, es que no se llevan a cocer con altas cantidades de agua, ya que esta misma servirá de consomé para reversar los nutrientes de los alimentos.
Al vapor
Considerada por los nutricionistas la mejor forma de cocer los alimentos, ya que estos no pierden sus características nutricionales, en este, caso, se requiere de un envase especial, para que pueda cocinar el alimento con gran facilidad.
Ya que para que el proceso de cocción se dé, se requiere colocar un envase con agua, y por encima de este, una rejilla, que es, a través de la cual saldrá el respectivo vapor del agua, que doblegará la estructura del alimento y lo cocinará.
Por lo general, se cocinan al vapor las legumbres, para mantener su estado natural, y para que las mismas no pierdan ni sus compuestos como tampoco su valor nutricional.
A la plancha
Consiste en colocar, como su nombre lo indica, los alimentos sobre una plancha para que estos se cocinen a fuego lento, por regla general, solamente se utiliza un poco de aceite para que estos sean cocinas a baja temperatura.
En todo caso, cuando el alimento a cocinar presenta un poco de grasa en su composición no requiere de ningún tipo de aceite, ya que esta termina por disolverse y cocinándose junto a la carne, es así como resulta ideal su consumo por parte de aquellas personas que se encuentran en regímenes dietéticos.
Al horno
Una de las modalidades de cocción más empleadas por las abuelas de hoy día, las cuales consisten en llevar los alimentos al horno, para que se cocinen a altas temperaturas pero por periodos de tiempo largos.
Es decir, que los alimentos terminan siendo completamente doblegados al final, pero dicha cocción hace que de los mismos se pueda conservar al máximo sus propiedades nutricionales y benéficas para el organismo.
Fritos
Una de las formas de cocción más riesgosas para el organismo por el uso de aceite, pero que sin duda alguna, brinda un sabor especial a los alimentos, que nunca deja desencantado a paladar alguno, es por ello, que la misma suele utilizarse con frecuencia en fiestas para halagar a los invitados.
No obstante, pese a conferir un sabor especial y verdaderamente apetecible a los alimentos, el aceite termina por eliminar todo valor nutritivo de estos, ya que los suprime por su propia composición.