Clasificación de Quesos

Los quesos se clasifican conforme a tres criterios a saber cuáles son contenido en grasa, periodo de maduración y tipo de leche empleada para su obtención.

El queso es uno de los alimentos más degustados por los distintos paladares, considerándose según las estadísticas uno de las comidas más disfrutadas en el mundo, y es que el sabor del mismo le permite la combinación en los más distintos platos de las cartas tanto locales como internacionales.

Y es que parte de su fama obedece a forma de obtención del queso que reside en el proceso de cuajo y separación de la leche de un animal (entendiéndose que las distintas técnicas permiten obtener queso de vaca, cabra, búfala y oveja).

El queso se ha granjeado el sitial de honor en todas las mesas del mundo por la variedad de su presentación, de aquí que su clasificación sea no solo conocida por los gourmets, sino además por los degustadores de los mejores sabores e incluso los nutricionistas.

Clasificación de QuesosClasificación de Quesos

Contenido de grasa.

Ciertamente esto refiere  a la cantidad de grasa que el queso dispone en su composición, la prioridad de su obtención reside en los regímenes nutricionales, considerándose que los quesos con menor contenido graso resultan mejor para las personas con problemas de colesterol y triglicéridos (por colocar un ejemplo).

En efecto estos se dividen por el porcentaje de grasa, la cual se calcula durante el proceso de fabricación, resultando la categorización así:

  • Extra graso: Con un porcentaje menor de grasa del 51%.
  • Duro: Con un total de contenido de grasa entre el 45% y el 55%.
  • Semiduro: Cuyo porcentaje de grasa oscila entre los 54% y el 63%.
  • Semiblando: Conformado por el 60% y el 70% de grasa.
  • Blando: Con un contenido en grasa superior al 67%.

Como es de apreciar el contenido de grasa influye en la contextura del mismo el cual se puede apreciar con cierta consistencia o bien de aspecto muy blando.

Periodo de maduración.

Reside en el proceso de fabricación del mismo, y que determina su periodo de consumo distinguiéndose en:

Fresco.

Es aquel queso que debe ser consumido de forma inmediata, ya que de lo contario sufrirá un rápido proceso de acidificación.

Madurado.

Queso que puede perdurar cierto tiempo para su consumo, el cual puede tolerar las condiciones de la temperatura por un periodo de tiempo determinado sin que ello modifique su contextura o bien afecte su sabor.

Por el tipo de leche.

Cruda.

Queso cuyo proceso de elaboración se lleva a cabo sin la intervención de la temperatura como tampoco de agentes químicos para su conservación, suelen ser los quesos blandos y frescos, de origen artesanal.

Pasteurizada.

Aquellos que devienen de un proceso de sometimiento de la leche a niveles máximos de temperatura (que oscilan entre los 70 y 80 grados) llevando ello a su posterior enfriamiento para la elaboración.

Termizada.

Similar al proceso anterior, con la diferencia de que la leche es llevada a una temperatura de 50 grados, por un periodo de tiempo determinado.

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