Tipos de selección natural

La selección natural se clasifica en normalizadora, disruptiva, direccional y sexual.

Se conoce como selección natural, un proceso evolutivo, que viene determinado por las distintas adaptaciones que una especie en reproducción y en crecimiento realiza para adaptarse al medio ambiente.

En dicho proceso, se reconoce que si bien existe la reproducción típica de los fenotipos de las especies, que generan la misma taxonomía de los elementos procreados a la de sus progenitores, también es cierto, que esta nueva generación variara en sus genotipos para poder adaptarse a las condiciones de su entorno.

Muchos expertos consideran que más allá de esto asimilarse a un proceso evolutivo, se corresponde en sí, con un método de supervivencia que las propias especies traen codificado en su ADN, y que las conlleva a cambiar para poder adaptarse al cambio, logrando así subsistir.

¿Cuáles son los tipos de selección natural?

Selección Normalizadora

Se conoce también como selección estabilizadora, y esta consiste en un proceso de estudio de las características intrínsecas de los organismos, en sí, esta permite obtener un margen promedio, que sea apreciable en una especie.

En términos más claros, conforme a la selección normalizadora, se selección los sujetos con rasgos extremos y opuestos, es decir, se toman muestras de aquellos que presentan características excesivamente positivas y se seleccionan por igual los que presentan elementos negativos.

Ambos se contrarrestan, hasta obtener un margen de normalidad, el cual, permite apreciar que los integrantes de una especie que cuenten con estos genotipos, son los que resultan más adaptables al ambiente, en razón de su existencia y capacidad de adecuación.

En ocasiones, esta solamente puede obtenerse por medio de pruebas en laboratorios, que permitan apreciar cuales son los organismos que cuentan con las características más comunes y “normales” para adaptarse al constante cambio, considerando que los excesos de caracteres  tanto positivos como negativos pueden conducir a alteraciones en la especie y su incapacidad de adaptación.    

Selección Disruptiva

Expertos consideran que es la forma de selección natural antagónica a la estabilizadora, ya que si aquella busca un término medio entre la especie para obtener un grado de adaptabilidad, en este caso, sucede lo contrario, son los extremos los que sobrevivirán, mientras que los rangos internos no contarán con posibilidades.

De modo tal, que conforme a la premisa anterior es posible apreciar, que en toda especie existen fenotipos muy desarrollados y otros menos favorecidos, los cuales representan dos extremos, que buscarán la forma de adaptación conforme a las condiciones que presentan.

Mientras que aquellos sujetos, que forman parte de un rango interno, o con caracteres de normalidad, no hallaran la forma de adaptarse, generándole ello consecuencias negativas, hasta que este proceso de incapacidad para adecuarse los conlleve a la extinción.

Dicha apreciación de los rangos o bien polos opuestos adaptables, deviene de pruebas cualitativas y cuantitativas, donde puede apreciarse, que estos presentan las características debidas para el ambiente, o bien que son estos dos niveles los que cuentan con las condiciones adecuadas para poder sobrevivir.

Selección Direccional

Continuando con las selecciones, en este caso, la prevalencia recaeré sobre uno de los extremos, el cual presenta características mucho más destacadas y que hace que los mismos puedan dominar sobre la zona con sus fenotipos e imponencia de subsistencia.

En efecto, es lo contrario de la selección balanceada o normalizadora, ya que en esta, es un rango de la especie, el que se encarga de crear las condiciones aptas para la subsistencia, obligando a los demás sujetos a desarrollar tales características para adaptarse o bien llevándolos al desplazamiento y por ende a la extinción.

Esta forma de selección natural, es una de las que más fáciles puede determinarse por medio de la observación, de hecho, en varios casos de investigaciones de campo, esta forma parte de las conclusiones, al observar los expertos, como los sujetos con características extremas son los que suelen prevalecer.

Evidentemente los fenotipos con rasgos extremos son positivos, mientras que aquellos que presentan rasgos menores o intermedios, son catalogados por igual, como negativos.

Selección Sexual

Muchos han considerado que este modo de selección, es el más representativo de la tipología, ya que los estudiosos alegan, que la modalidad, que en sí consiste en el apareamiento entre un sujeto masculino y uno femenino de la misma especie, forma parte tanto de la evolución, como del acto de supervivencia.

Mucho se ha dicho, que en los sujetos, se haya codificado el sentido de descendencia, o bien de preservar la especie, lo cual obliga a los machos a  buscar a las hembras para la cópula.

Evidentemente en algunas especies, prevalece siempre la búsqueda del espécimen más idóneo, es decir, la selección del opuesto que presente las mejores características o bien los rasgos dominantes, para poder así obtener las características que permitan generar una descendencia apta y fuerte para los cambios y en efecto, para la subsistencia.

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