Los tipos de producción cumplen la función de cubrir una demanda de mercado de manera específica de modo tal que su clasificación va a determinarse de acuerdo con la cantidad de productos que se pueden elaborar. En tal sentido, los tipos de producción son; por trabajo o proyectos, por lotes, por masas y por flujo continuo.
Cuáles son los tipos de producción
Por trabajo o proyecto
Una producción es por trabajo o proyectos cuando se pretende cubrir una demanda específica que involucra una cantidad de productos a entregar en un periodo determinado. Dicha cantidad y fecha implica una administración entre los recursos y la mano de obra de tal manera, que esta última se centre en la elaboración de un producto específico.
Es decir, si un laboratorio debe entregar 300 resultados de tipo sanguíneo durante un período de 8 horas, el personal encargado del laboratorio debe cubrir la demanda y deben involucrar a la mayor cantidad de empleados en la elaboración eficiente de cada prueba para obtener resultados rápidos utilizando todos los recursos disponibles y evitando exceder el período pautado para la entrega.
Cuando la producción se realiza por pedidos, el fabricante tiene la responsabilidad de dotarse de la mano de obra y materia prima necesaria para intensificar las labores que implican la fabricación de cada producto.
Por lotes
Cuando un juguete sale al mercado, se sabe que previamente ha pasado por un sistema de producción que ha permitido su fabricación. El sistema utilizado para la elaboración de los juguetes por lo general, es por lote permitiendo aumentar la diversidad de juguetes y limitando la cantidad de un mismo tipo o modelo.
Cada lote de producción se ocupa de crear un modelo diferente cubriendo distintas demandas a la vez aunque con cantidades más pequeñas de productos. Esto explica por qué muchos de los juguetes señalan “edición limitada” en los empaques, aunque este tipo de producción también se usa en la fabricación de otros productos como zapatos.
Por masas
La producción por masas es un tipo utilizado en las grandes industrias y fábricas especializadas en la elaboración de un producto determinado pero en grandes sumas.
Este tipo de producción puede llegar a cubrir una gran solicitud, por eso se opta por el uso de materiales y maquinarias que permitan acelerar el proceso de producción, utilizando todos los espacios y recursos necesarios. La producción masiva puede elaborar productos que cubran la demanda total de un país entero o incluso varios.
Un ejemplo, son las fábricas de salchichas enlatadas que disponen de todos sus recursos para elaborar altas cantidades de salchichas que permitan cubrir una demanda nacional o en muchos casos, internacional, de manera que implementan maquinarias y gran cantidad de mano de obra para cumplir con los procesos de forma interrumpida.
Por flujo continuo
A diferencia de la producción por masas, la continua se mantiene constante aplicando maquinarias capaces de mantener la producción en manera ininterrumpida generando una cantidad excesiva de productos iguales que pueden llegar a cubrir demandas mundiales.
Suelen fabricar productos muy demandados cuyo uso es necesario de manera prolongada ya que la producción no se detiene. Un ejemplo muy claro es la producción de energía eléctrica o las fábricas de papel higiénico. La energía eléctrica es requerida día y noche y su producción no puede parar ya que podría acarrear grandes pérdidas desde diferentes puntos de vista.
Lo mismo ocurre con las fábricas de papel higiénico, todo el mundo los utiliza y su gasto es constante, por lo que su producción debe realizarse de manera incesante y en grandes cantidades para cubrir la altísima demanda que tiene este artículo.