Los paisajes se clasifica en montañoso, urbano, rural, marino-costero, desierto, tundra y páramos, sabana o llanos.
El paisaje es una fotografía un sitio natural, que se percibe con los ojos. Desde la concepción técnica es el resultado de conjugar elementos biológicos, geográficos y antrópicos.
Generalmente, ante su presencia se adquiere un estado de paz y sosiego. Una mezcla de relajación y fascinación.
¿Cuáles son los tipos de paisajes?
La clasificación de los paisajes se basa en la evaluación de los elementos que lo componen, su belleza, función, área que ocupa, estado de conservación y condiciones extraordinarias o únicas. De esta manera, podemos identificar los siguientes tipos de paisajes:
Paisaje de Montaña.
Elevadas formaciones rocosas con laderas escarpadas o suaves pendientes. Pueden estar agrupadas formando cadenas montañosas, como las cordilleras. En las cumbres de las montañas nacen los ríos que están protegidos por bosques de galería. Las lluvias son torrenciales y de corta duración.
Este es un paisaje de selva húmeda siempre verde que se combina con el multicolor de la flora y fauna. Cascadas, pozos, cuevas están presentes en este ambiente y dan la oportunidad de extasiarse en su contemplación.
Mención especial merecen los macizos, una montaña de formación circular que culmina en una planicie. Todo un espectáculo visual, auditivo y sensorial.
Paisaje Urbano.
El hombre ha colaborado en su formación con la construcción de casas, edificios, plazas, fábricas, carreteras etc.
Es un conjunto paisajístico peculiar donde se aprecian pujantes metrópolis y apacibles pueblos o caseríos enclavados en algunas zonas naturales. En algunas ciudades, a esta visual se le une la calina, una especie de neblina, que indica la presencia de la contaminación ambiental generada por los asentamientos humanos.
Paisaje Rural.
Creado por el hombre en el desarrollo de la actividad agrícola y pecuaria para la producción de alimentos.
Se pueden visualizar siembras con formas de cuadrículas de diferentes cultivos, hileras de árboles frutales y canteros para la siembra de hortalizas. La presencia de la ganadería, también ofrece un singular paisaje al que se incorporan las pintorescas viviendas rústicas. La actividad productiva le da un particular dinamismo que puede ser observado y apreciado en las faenas diarias del campesino.
Paisaje Marino-Costero.
Adyacente al mar, océanos, lagos y ríos. Están acompañados de una geografía de acantilados, islas, playas y penínsulas. Se puede observar gran variedad de gaviotas y pelícanos planeando cerca de los riscos y muelles.
Un hipnótico paisaje se crea cuando se mezclan las distintas tonalidades del agua de mar combinadas con corales y piedras, en playas de blancas arenas bajo un espectacular sol. En algunos lugares las aguas cristalinas dejan ver el paisaje submarino. Los peces de colores y estrellas de mar ocupan el primer lugar.
La vista desde los desembarcaderos, permite apreciar la paleta de colores donde, engañosamente, se toca el horizonte y el cielo.
Paisaje de Desierto.
Ambientes de clima árido con variaciones en la temperatura durante el día y la noche.
Escasa vegetación con presencia de tunas y cardones. La arena es la principal protagonista, cuando cambia su color en diferentes tonalidades, desde el clásico marrón hasta el amarillo más brillante.
El viento modifica diariamente el paisaje al afectar la morfología de los médanos.
Paisaje de Tundra y Páramos.
Ambiente representativo de los polos y páramos andinos, apreciándose un impresionante contraste del blanco de la nieve y el azul brillante del cielo.
El paisaje de tundra es sombrío, la superficie está totalmente cubierta de nieve y el clima extremadamente frío.
También, podemos observar los páramos en las regiones andinas de América del Sur donde los picos nevados y suaves laderas, ofrecen un paisaje más ameno, con los frailejones como protagonistas de la vegetación.
Paisaje de Sabana o Llanos.
Este tipo de paisaje se caracteriza por la presencia de ríos, vegetación rala y escasos árboles. En verano llueve poco y el clima es caluroso.
En el invierno la torrencial lluvia causa inundaciones y desborde de ríos pero contribuye a la formación de lagunas. Cada época muestra una estampa diferente. Es común observar palmeras, mastranto y orquídeas.
Las aves de colores brillantes como los flamencos, tucanes y las guacamayas no pasan desapercibidas en la contemplación de este paisaje.