Tipos de Ojos

Los ojos se clasifican según la forma y según la raza.

Se conoce como ojo, el órgano que se encuentra en la parte superior del rostro, específicamente en las concavidades superiores, que se ubican por debajo de la frente y a la altura de la nariz.

Específicamente, los ojos son los órganos encargados de la visión, es decir, por medio de estos podemos percibir el mundo exterior y todo cuanto nos rodea, siendo los prominentes reyes del sentido de la vista, a través del cual se realiza la contemplación y la observación.

Pese a la descripción que hemos entablado del órgano, no debe considerarse que este por sí solo sea el que lleva a cabo el sentido de la vista, ya que este depende de un entramado sistema nervioso capaz de dotar al ser humano del sentido mencionado, de captar los grados de luminosidad y de ofrecer la reacción debida ante estos.

¿Cuáles son los tipos de ojos?

Tipos de Ojos

Según la forma.

Estrechos.

Son aquellos que también pueden denominarse, se encuentran más cercanos entre sí, es decir, que la distancia entre estos suele ser imperceptible, siendo asimétricos y ocasionando que los lagrimales choquen o bien ocupen el espacio de la nariz.

Científicos señalan que esto puede deberse, a que uno de los globos oculares es más pequeño que el otro, no suelen llamar la atención y tampoco parecer una anormalidad física.

Hundidos.

Son  aquellos que se encuentran un poco hundidos en la cavidad ocular, se caracterizan por que los párpados lucen muy ajustados al ojo, lo que ocasiona que la ceja luzca con mayor prominencia, al igual que las pestañas.

Estos ameritan en el caso de las mujeres de un maquillaje adecuado que permita destacar los mismos, pudiendo lograrse ello, entre la combinación perfecta de sombras y delineados.

Almendrados.

Son los más comunes en el mundo, viéndose como patrón corriente entre la mayoría de rostros, con independencia de la raza. Tal cual se aprecia de su denominación, estos poseen una forma de almendra.

Es decir, son circulares pero con un ligero achatamiento en los extremos, son como moldeados con delicadeza, manifiestan simetría en la disposición del rostro y además resultan en miradas imponentes, siempre y cuando las cejas resulten ideales para los mismos, es decir, que les hagan un buen marco.

Asiáticos.

Característicos de las personas orientales, o bien descendientes de estos, considerado un rasgo genético de difícil superación, se caracterizan porque los pliegues se encuentran muy juntos, o bien porque los extremos se hayan muy marcados lo que obliga a los parpados a juntarse.

En cuanto a la vista no afectan en nada, la persona percibe el mismo ángulo de visión, lo único que varía es la presentación de los mismos, ya que estos pueden llegar a verse como muy chicos o estrechos.

Ovalados.

Suelen asemejarse e incluso confundirse con los ojos almendrados, estos presenta un término medio en cuanto a su apreciación, ya que lucen como medio hundidos o bien levemente saltones.

Son unos ojos, muy fáciles de maquillar, ya que no requieren mayores dedicaciones para hacerlos destacar, basta que sean levemente decorados o pintados para que puedan lucir envidiables.

Caídos.

En realidad, esto obedece a la disposición de los parpados, los cuales hacen lucir los ojos como cansados y apagados, destacando así la predisposición de un párpado superior más largo y extenso, que suele tapar el ojo.

Su formación es un asunto de anatomía, el cual en el caso de las mujeres suele ameritar la intervención del maquillaje para hacerlos destacar un poco y hacerlos lucir saltones ante la vista de los demás.

Prominentes.

Denominados también como saltones, son muy fáciles de reconocer porque los glóbulos oculares suelen notarse más que el resto, claro sin salir ni saltar de sus orbitas, por lo general, lucen muy bien en rostro de las mujeres, pero siendo esto un doble filo, ya que el maquillaje no puede estar recargado, pues podrían verse excesivamente exagerados.

Pequeños.

Son aquellos que suelen presentarse con poca prominencia, además en su aspecto exterior no están tan definidos, son de proporciones pequeñas, motivo por el cual, estos pueden lucir por demás inapreciables.

No debe entenderse con ello, que en el rostro no se verán los ojos, pues ello sería una exageración, lo que se quiere indicar es que estos no son del todo llamativos, debiendo estar en el caso de las mujeres bien maquillados para hacerlos notables.

Grandes.

En contraposición con los anteriores, estos gozan de grandes proporciones y logran verse con mayor claridad, sus rasgos son más prominentes y suelen destacar. En el caso de las mujeres el maquillaje no debe de ser muy recargado.

Apartados.

Aquellos que gozan de una gran separación entre sí, cabe acotar que en ocasiones dicha distancia puede darse entre ojos con cierta prominencia lo que hace transmitir una amplitud en esta parte de la cara y brindado la sensación de una mirada serena.

Según la raza.

Caucásica.

Se trata de aquellos presentes en las personas de piel blanca, por lo general, el color de los ojos (o específicamente del iris) suele ser de un tono claro, siendo común ver tonalidades de azul, verde y marrón, incluso aquellas que se fusionan, haciendo ver ojos realmente atractivos.

 Morena.

En este caso, los ojos pueden lucir diversas formas, y en especial puede tener diferentes colores, aunque es poco común encontrar ojos de tonalidades azules o verdes, aunque todo depende de la genética y de la herencia que se configure a favor.

Pero por regla general, es común apreciar los ojos de tonos marrones, desde el más oscuro hasta el más cálido.

Oriental.

Aquellos que presentan ojos con rasgos por demás definidos, ya que los parpados suelen ser pequeños y muy juntos, llegando a ser en ocasiones imperceptibles el ojo interno, son personas que lucen estos con un aspecto rasgado.

En lo que respecta a la tonalidad de los mismos, estos lucen tonos marrones desde el más oscuro hasta el más claro, sin embargo, los paradigmas de belleza de la cultura oriental son distintos, por lo que el maquillaje obedece a las costumbres del lugar.

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