Los diferentes tipos de estrés son el estrés agudo, el agudo episódico y el crónico.
El estrés es una condición que deriva de una serie de situaciones en el que la persona se encuentra, pudiendo este devenir como consecuencia de situaciones sobrevenidas, enfermedades, perdidas físicas y/o emocionales.
Muchos consideraban que el término era nuevo, pero en realidad este deviene de una serie de experiencias que se comprobaron cerca de la edad media; que era conocido así por los filósofos de la época.
Por otra parte, otros consideran que este término sirve para referirse a las condiciones de estabilidad de los cuerpos rígidos, cuando son sometidos a una serie de factores que los alteran en su composición.
En efecto, este hace referencia al sometimiento físico que le acontece a los materiales que se encuentran en estado sólido, pudiendo estos ser sometidos a condiciones grandes, que les hacen resistirse a los cambios.
Fue cerca de la década de los 20, cuando un neurocirujano de gran renombre, Hans Seyle, introdujo en el campo de la medicina, el termino estrés, para denotar el resultado de una serie de reacciones y conductas que una persona comienza a manifestar después de ser sometido a una serie de situaciones negativas, que le generan sentimientos ambivalentes. Fundado en ello, establece tres fases del estrés:
- Alarma de reacción: esta fase se activa inmediatamente la persona siente la incomodidad, bien sea porque previene una amenaza, o bien porque algo le altera. Es común que la persona presente una serie de síntomas físicos como son a taquicardia.
- Resistencia: En este caso, la persona mantiene el estado de alerta, pudiendo los síntomas disminuir, pero en caso contrario, puede sentirse con mayores signos, considerando que la amenaza continua latente, ante lo cual el cuerpo puede sucumbir y prestar una serie de reacciones continuadas.
- Agotamiento: En este caso, el estado de alerta puede desvanecerse, pero el individuo finaliza totalmente fatigado, sucumbiendo ante la desesperación.
El estrés viene siendo un estado donde la persona termina por sucumbir en un eminente malestar, que termina por afectar su salud física y emocional, llegando la persona a sentirse incapaz de entender toda situación negativa o contradictoria que pueda presentársele.
¿Cuáles son los tipos de estrés?
Estrés agudo.
Es un malestar que se ocasiona como producto de una situación estresante, es decir, son consecuencia directa de un malestar reciente, donde la persona comienza a manifestar una serie de cambios conductuales, como es la respuesta negativa ante todo.
Pese a que es un estado leve, su mantenimiento puede hacer que pase a severo, ocasionando en la persona una serie de problemáticas, que se manifiestan en la conducta del ser humano, como son:
- Dolores musculares: el cuerpo comienza a resentirse, la persona manifiesta una serie de problemas en su integridad, sintiéndose dolor en las articulaciones y músculos.
- Emociones negativas: la persona siente un poco de depresión, la tristeza se hace parte de él.
- Problemas gástricos: el estómago y el intestino suele resentirse, la digestión se torna un poco lento, y el estómago puedo notarse inflamado.
- Alteración del sistema nervioso: este se torna muy susceptible la persona se siente alterada en exceso, por el aumento de las palpitaciones cardiacas, la excesiva sudoración y los fuertes dolores de cabeza.
Evidentemente, este malestar no puede perdurar por un lapso de tiempo prolongado.
Estrés agudo episódico.
Son personas que sufren de persecuciones de paradigmas, es decir, que estas no puede cumplir con ciertas exigencias que la vida social les solicita, por tal motivo, presentan una serie de inconvenientes que suelen ser sumamente fuerte.
En esta fase, se presenta un estado de alerta caracterizado por la angustia latente donde la persona comienza a perder el control ante una serie de acciones como son el carácter irritante o bien la indiferencia momentánea, pues la preocupación por el futuro siempre se haya latente.
Estrés crónico
Ocurre cuando la persona ha sido sometida a situaciones de fuertes problemas por un largo periodo de tiempo, donde la persona necesita liberarse de ese sentimiento.
Siendo probable que este estrés se presente como consecuencia del pasado, donde la persona manifiesta en la actualidad, todos los inconvenientes que su ayer le haya ocasionado. Considerando que la situación siempre lo va a perseguir, es decir, que no puede desprenderse de la misma, esto hace que la persona se sienta atrapada y molesta continuamente.
En muchas circunstancias, la persona desconoce que padece de este tipo de estrés, es más considera que es parte de su personalidad y de su estilo de vida, por tal motivo, es que decide no actuar contra su situación, hasta que su vida privada, social y laboral se halla seriamente afectada por su carácter.
Esta persona solo procederá a tratamiento, cuando sienta que es hostil incluso con sí mismo, y con sus seres más amados.