Los tipos de energía renovable son la hidráulica, eólica, solar, geotérmica, mareomotriz y biomasa.
La energía, es la facultad que tiene un cuerpo para ser generador de movimiento, éste es el concepto primario y universalmente aceptado del vocablo, que dio origen a la máxima teórica y práctica de que la energía no fenece sino que se transforma.
Por su parte, la energía renovable es aquella procedente de los elementos o recursos naturales, de aquí su condición inagotable por el origen que la misma tiene, sin embargo, la energía renovable es variable ya que depende de la confluencia de los eventos climáticos y atmosféricos que deben conjugar las condiciones propicias para que la energía fluya.
¿Cuáles son los tipos de energía renovable?
Hidráulica.
Tiene su matriz en los ríos o bien caudales de agua dulce, algunos alegan que las aguas empozadas en lagunas o pantanos también son fuente de energía hidráulica, ésta se produce por el movimiento de las mismas aguas.
Su mejor ejemplo se haya representado en los embalses de agua, que por medio de maquinarias producen el movimiento o la confluencia en vertical del agua, generando ésta a su vez, energía eléctrica.
De aquí, que las crisis energéticas se produzcan cuando los embalses no cuentan con los niveles de agua propicios para mover las placas productoras de electricidad.
Eólica.
Procedente de las corrientes de aire de la atmosfera, esta energía produce movimiento en sus focos receptores, como son los molinos de viento, los cuales ante la percepción del viento, mueven las aspas y ello conduce a la producción de energía eléctrica.
De aquí, que este método sea muy empleado en las fincas o haciendas donde la energía eléctrica artificial (proveniente de transformadores) escasea. Siendo normal ver desde las carreteras grandes e imponentes molinos de vientos.
Solar.
Nace del astro solar, esta potencia es la más fácil de obtener y de producir de aquí que las personas resulten muy beneficiadas de la misma, tan así, que es normal ver como la tecnología crea cada día más equipos que funcionan por fotosensibilización como las calculadoras recargables con energía solar.
Geotérmica.
Su fuente de potencia reside en el centro de la tierra, siendo aprovechada por los fenómenos naturales que hacen que dicha energía brote al exterior, como el caso de los volcanes por medio de la lava, o de las aguas termales, con su líquido climatizado.
Mareomotriz.
Hasta hace un tiempo, este tipo de potencia era considerado parte de la energía hidráulica, hoy día se conoce como mareomotriz, en alusión a las corrientes de agua provenientes de los océanos y que se acaudalan en los mares.
Cabe señalar, que la energía del mar se manifiesta por la misma dinámica intrínseca de las aguas, que obedece a los movimientos de oleadas, que se traduce en energía cinética, la cual, es muy útil para la producción de energía eléctrica limpia.
Ahora bien, esta fuente suele ser mayormente aprovechada en países donde la energía hidráulica tiene poca presencia. Algunos países, en especial los tropicales y costeros aprovechan tanto la energía mareomotriz como hidráulica, lo que hace que el servicio de energía eléctrica sea continuo y a un bajo costo, por la facilidad de producción de la misma.
Biomasa.
Esta surge como parte de las políticas y prácticas de reciclaje, consistentes en reaprovechar los desechos y sedimentos de origen animal y vegetal. Este tipo de energía no produce directamente, pero permite el aprovechamiento para demás actividades.
Un ejemplo de ello, lo constituye la utilización del excremento de ciertos animales como abono para las cosechas, caso del aprovechamiento de la utilización de los desechos orgánicos de las gallinas o la bosta de la vaca.