Las decisiones se distinguen en racionales, emocionales, programadas o no programadas, rutinarias, de emergencia, estratégicas u operativas.
El vocablo decisión puede que sea poco utilizado por el ser humano en comparación a la ejecución de la acción que el mismo comprende, la cual, llevan a cabo las personas en su vida cotidiana.
Partiendo del hecho que todo en esta vida incluye una decisión, como por ejemplo, al redactarte este artículo, yo estoy en la continua decisión de que palabras emplear con el fin de que puedas comprender.
La decisión, obedece a una acción que el ser humano debe tomar en base a distintas alternativas que le son presentadas, frente a una situación en la que debe actuar o reaccionar.
¿Cuáles son los tipos de decisiones?
Racionales.
Una de las decisiones más fáciles de tomar para algunos, ya que la misma involucra a la inteligencia, ésta suele presentarse con frecuencia cuando nos encontramos frente a situaciones de adquisición de inmuebles, ya que en estos casos la persona debe evaluar una serie de aspectos como son el económico, a fin de la compra; los papeles de la misma para saber si cuenta con los permisos y condiciones legales idóneas para la venta.
Este tipo de decisiones, ameritan una serie de análisis con el fin de que la persona pueda evaluar el conjunto de alternativas que se le presentan y proceder así a la toma acertada de una acción, y ejecutar la misma para su buen provecho.
Emocionales.
Evidentemente éste es un aspecto altamente relacionado con las decisiones racionales, si éstas incluyen la inteligencia, no podemos dejar de lado las emociones.
Y vamos a explicarte con el mismo ejemplo, planteado en párrafos anteriores, puede que nos encontremos frente a la casa más adecuada, pero no la que te haga feliz, ya que no tiene las características que tú tanto anhelas.
Es por ello, que ante toda situación en la que debas escoger y buscar una alternativa para ti, debes escoger aquella que resulte más lógica y te haga feliz o sentir bien, es decir, debes buscar un equilibrio.
Programadas o no programadas.
En este caso, estamos hablando de toma de decisiones que deben hacerse acorde a una normativa expresa o no; es decir, son lineamientos de conductas frente a los cuales una persona puede escoger que hacer. Por ejemplo, las decisiones judiciales están preestablecidas y el juez puede optar por cualquiera de ellas, aquí solo infiere la razón, gracias a los conocimientos previos de derecho, pero nada que ver tiene el criterio propio del juez.
Ahora bien, podemos hablar de decisiones no programadas en el caso de las situaciones médicas, cuando un médico va a operar y se encuentra con una serie de inconvenientes que coloca en riesgo la vida del paciente, pudiendo proceder de diversas formas frente a estas situaciones.
Rutinarias o de emergencia.
Se emplea para el campo laboral o empresarial, donde la empresa debe considerar la alternativa que mejor le parezca con el fin de generar un proceso productivo y efectivo.
Estas se observan frente a las situaciones de calamidad o bien cuando se presenten casos fortuitos, debiendo los gerentes actuar con prontitud. Un ejemplo de ello, sería en el caso de que se presente un incendio en planta, ante esto el gerente debe evaluar si continua o no el proceso de producción.
Estratégicas u operativas.
Igualmente van referidos al funcionamiento de la empresa, las decisiones estratégicas versan sobre cuestiones de distribución de la mercancía o modos de su venta.
Por el contrario, las decisiones operativas versan exclusivamente sobre el proceso de producción de la corporación, es decir, su aspecto de creación y de manufacturación.