La corrosión puede dividirse en generalizada, por grietas, por picaduras, bajo tensión, intergranular y la mic.
Este es un proceso químico celular que se lleva a cabo en el interior de un material, cuando decimos esto, queremos indicar que el mismo se produce en sus células internas, la corrosión, una vez iniciada en el elemento, difícilmente pueda ser eliminada, ya que sus efectos surgen al momento que tiene lugar, acarreando ya alteraciones en el objeto que la sufre.
Antes de indicar el significado de este proceso involutivo, conviene aclarar un equívoco que suele generarse entre las personas y es que muchas tienden a emplear el verbo “corroer” (raíz materna de la palabra corrosión), para indicar todo proceso que sufra un objeto por el paso del tiempo o bien por entrar en contacto con agentes químicos siendo ello erróneo.
La corrosión es un proceso químico celular que se produce en los metales, que al entrar en contacto con otro elemento, sufren alteraciones en su corteza, interior, llegando en ocasiones a desintegrarse en su generalidad.
La importancia de conocer los tipos de corrosión, se aprecia en los experimentos de laboratorios a fin de comprobar la dureza de los materiales ante las inclemencias del tiempo y de la propia atmosfera.
¿Cuáles son los tipos de corrosión?
Generalizada.
Es el proceso de corrosión más común que pueda generarse en un material metálico, a exclusión de aquellos que son aceros inoxidables, ya que estos contienen en su fabricación molibdeno, un químico que los hace resistentes al ácido sulfúrico y al clorhídrico.
Estos dos componentes suelen penetrar la superficie del metal creando una pequeña capa que acarrea alteraciones en la misma, por lo general el objeto pierde el brillo y se cubre de una capa anaranjada, el deterioro es de forma general, pero a bajos niveles.
Por grietas.
Debe su denominación a la contextura de la superficie del metal, la cual presenta tanto grietas como líneas marcadas, sobre las cuales se depositan los químicos destructivos.
En este caso, al concentrarse el líquido nocivo, los iones están expuestos y se produce la alteración electroquímica, especialistas aluden a que la misma se da a lugar, cuando el líquido permanece por largo tiempo en las grietas.
Este proceso tiende a generarse con mayor rapidez al producirse falta de oxígeno en las grietas, lo que acelera la salinización y por ende la desintegración celular que conlleva a la corrosión.
Esta tipología suele presentarse en las grietas de los metales por falta de un aseo debido de las mismas, en ocasiones estos metales son utilizados en procesos alimenticios y quirúrgicos, de aquí que sea necesaria la correspondiente desafección óptima de los mismos.
Por picaduras.
Este deterioro metálico, se conoce también como pitting y el mismo obedece a la alta concentración de cloro en la superficie metálica, el proceso se da a lugar cuando el componente agresivo entra y permanece en contacto con la superficie del objeto, generando así la desintegración localizada de las partículas metálicas, y por ende, se ocasiona el perjuicio de la capa de óxido que cubre el metal.
Bajo tensión.
Es una de las formas de disolución de la capa de óxido más compleja, ya que amerita la presión física sobre el metal como por igual la alteración de la atmosfera de oxígeno, que entra en contacto con el objeto metálico.
La presión acarrea la ruptura de la estructura metálica, sobre la cual entran en contacto de forma constante químicos corrosivos, ocasionando un proceso corrosivo acelerado, ya que la tensión sobre el cuerpo inerte acarrea una desintegración mayor de los iones, y una disminución superior de los móviles de oxígeno.
Intergranular.
Es aquella que se produce como consecuencia de someter el metal a un cambio arbitrario de temperaturas, por lo general, es un proceso acelerado que se emplea para someter los aceros inoxidables.
En este caso, el metal es sometido a una temperatura calórica superior a los mil grados, y de forma posterior, el mismo metal, se somete de forma abrupta a una temperatura templada.
Este proceso térmico, ocasiona una ruptura de los carburos y de los iones, de modo tal, que el objeto se torna sensible a los procesos corrosivos.
MIC.
Este es un tipo de desintegración de los iones metálicos que se produce de forma generalizada, ya que se trata del proceso consecuente que tiene a lugar en aquellos metales sumergidos en agua.
En este caso, el constante contacto con el ambiente acuoso, acarrea el traslado continuo del oxígeno a la superficie del metal, generando que este vaya perdiendo la resistencia y se vaya diluyendo en sus iones, teniendo a lugar el proceso de corrosión.
Es una de las modalidades más comunes, que implica por lo general el cambio de las estructuras metálicas inmersas, ya que por nociones químicas, el proceso corrosivo siempre resulta indetenible.