Tipos de competencia

La competencia obedece a uno de los conceptos con mayor complejidad al definirlo, en especial, cuando ésta se trata en sentido genérico.

En lo que refiere al presente artículo, vamos a describirte los tipos de competencias que a saber:

  • Básicas
  • Genéricas
  • Específicas.

Ahora bien, se entiende por competencia el conjunto de destrezas o habilidades inherentes a un ser humano y que son apreciadas en un campo de acción específico, o bien en determinadas circunstancias, todo esto obedece a un conjunto de actitudes que la persona desarrolla con su devenir diario.

Estas pueden hacer de ella, una persona talentosa y admirable en determinada área, todo dependiendo del ahínco que coloque para sus aptitudes.

¿Cuáles son los tipos de competencias?

Tipos de competencia

Básicas.

Engendradas desde el nacimiento, algunos consideran que estas competencias son exclusivas de la persona y que vienen cargadas en su propio ADN, ya que estas refieren en su mayoría a la capacidad de adaptación de una persona a las circunstancias y su capacidad de dar respuesta.

En general, obedece a la condición o conducta que el ser humano puede adoptar frente a un determinado ambiente y que le contribuyen a hacer que las propias circunstancias jueguen a su favor.

En consecuencia, estas competencias nacen con la persona y serán perfiladas a medida que la misma adquiera educación formal.

Un ejemplo de estas competencias básicas, lo constituyen la habilidad de sociabilización que se hace notoria en algunos niños más que en otros, considerando que algunos tienen mejor respuesta al cambio y otros derrochan más simpatía.

Competencias Genéricas.

Algunos consideran que estas habilidades se desarrollan en el convivir diario, pero sin negar la primacía que tiene sobre estas las competencias básicas.

Este tipo de competencias es reducida a modo de respuesta de una persona y a su proceder frente a situaciones regulares; podría ser considerados por muchos la forma de actuar en perfecta naturalidad por parte de un ser humano (es decir, sin que le sea exigida determinada conducta).

Estas conductas corresponden también con la capacidad de aprehensión de la persona de las situaciones de su entorno y la asimilación que pueda hacer de las mismas; un ejemplo, de ello, lo constituyen las personas proactivas las cuales se corresponden con una serie de destrezas que las hacen destacar frente a otras que mantienen una actitud pasiva, esta habilidad en cuestión no se forma en el hogar, sino que por el contrario esta se forma en la propia persona y en su modo de captar la realidad.

Específicas.

Tal cual se deduce de su conceptualización, estas competencias se corresponden con el modo de actuar de una persona frente a un campo, es decir, son destrezas, habilidades y actitudes que una persona aprende a desarrollar para aplicarlas en un área determinada.

Un ejemplo de ello, son las profesiones, los médicos aprenden a operar, los abogados a litigar, para lograr tales resultas, dichos profesionales son adiestrados y educados en el área para ofrecer tales servicios que se mencionan, pudiendo así destacarse en cada espacio.

Las competencias específicas, son conductas que las personas aprehenden con el fin de poder proporcionar una serie de repuesta a un determinado ambiente o área, acorde al ejemplo anterior, los médicos rinden en el área de salud, mientras que los abogados rinden en el área legal.

Como se puede apreciar las competencias, son variadas pero todas necesarias y apreciables en cada una de las personas que forman parte de la sociedad, la formación de estas alude a un proceso educativo formal, social y cultural.

De modo tal, que éstas se forman por decisión de la persona al querer adquirirlas y por costumbre social.

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