Los alumnos se distinguen en el que todo lo sabe, el despistado, suministrador de apuntes, el copión, el que lleva todo fatal, el que no hace nada y tiene buenas notas y el gracioso.
Se conoce como alumno, a la persona que asiste a una institución educativa, con el fin de percibir educación, que el resultará útil para la vida, en sí, es toda persona que acude a un aula de clases.
En sentido general, la tipología que a continuación se va a describir, resulta aplicable tanto a los alumnos de secundaria como a los universitarios, que son los que llevan mayores hábitos de escolaridad y ya tienen desarrollada una conducta de estudio determinada.
¿Cuáles son los tipos de alumnos?
El que todo lo sabe
Se trata de aquella persona que siempre interviene en clase, y que se dedica a estudiar de forma continua, incluso puede llegar en más de una oportunidad a desafiar a los profesores con preguntas difíciles, pretendiendo con ello, que estos se sientan intimidados por su saber, en ocasiones con dicha actitud suelen ser respetados por el grupo profesoral y ser uno de los predilectos, pero la misma, puede ocasionarle la aversión
El despistado
Sin duda alguna, nadie más relajado que él, suele con frecuencia perderse las excursiones de la clase, así como las actividades especiales, ya que el mismo, no cuenta con la atención suficiente para estar al tanto de la agenda de la clase.
No entrega los deberes y si lo hace, los entrega sin hacer caso de las instrucciones brindadas por el profesor, suele pasar el año, por la empatía que tiende a generar en sus compañeros, quienes lo ayudan en las actividades grupales y mantienen al tanto de la planificación.
Suministrador de apuntes
La persona que nunca falta a clase, y que en todo momento está atenta a lo que dice el profesor, a los tips y recomendaciones, su cuaderno llega ser más popular que su persona, cuando llega la época de exámenes, los apuntes pasan por todos los de la clase, quienes saben que en los mismos encontraran el contenido completo de la cátedra.
El copión
Aquel que nunca estudia y logra sacar sus exámenes con notas, gracias a las famosas “chuletas que hace”, es decir, se trata del vulgar copión, el que nunca estudia, pero se dedica a hacer toda clase de trucos para al momento del examen sacar material de apoyo y poder así resolver las preguntas y problemas planteados sin mayor esfuerzo.
El que lleva todo fatal
Aquel que cuando llega la época de los exámenes, siempre se anda quejando y diciendo que no entiende nada, viendo todo sumamente difícil, pero que al momento de entregar los resultados, obtiene una de las mayores puntuaciones, por lo que se gana la mofa de sus compañeros.
Muchos tienden a considerarlo como un dramático, que busca atención por medio de sus exageraciones, en todo caso, también suele considerarse una persona débil de carácter y que tiene miedo a que le pregunten en clase, siempre entiende el contenido, pero le falta seguridad y confianza para distinguirse en el grupo.
El que no hace nada y tiene buenas notas
Aquel que nunca estudia, que no asiste a las actividades y que incluso suele faltar a clase, pero por obra de gracia siempre obtiene buenas notas, sus compañeros no han logrado agarrarlo copiándose, y los profesores no se explican el porqué de sus resultados.
Incluso cuando la persona es interpelada en clases, brinda respuestas certeras que terminan por sorprender a todos, no se sabe cómo estudia pues pasa por despistado, pero termina siempre sacando buenas notas, resolviendo sus deberes y comportándose de buena manera.
El gracioso
El que siempre busca la forma de sacar una sonrisa a sus compañeros de clase, o bien a sus profesores, es el tipo simpático de la clase, siempre y cuando sus bromas no vayan contra los demás, sean tanto los demás alumnos, como cualquier persona del grupo profesoral.
De modo tal, que en todo caso, sus bromas sean sanas, y no persigan lastimar a nadie, se considera el alumno más gracioso de todos, debiendo de acotarse, que cuando sus bromas se pasan al lado malo, es decir, cuando generan daños, se le tilda de bravucón.