¿Qué es una propiedad física?
Esta hace referencia a todos aquellos aspectos tangibles de la materia y que por ende, son susceptibles de medida, es decir, son aquellos rasgos que la hacen ciertamente apreciable o visible y por supuesto fácil de captar en medidas.
Es así, como los expertos señalan que las propiedades físicas de la materia son sencillas de determinar a través de la apreciación o contemplación ocular, como también por medio de la medición, con arreglo a las escalas mundialmente aceptadas.
Las propiedades físicas de la materia
A modo de ejemplo, vamos a explicarte a continuación, las propiedades físicas de la materia más estudias, adicionalmente te dejaremos una serie de indicaciones junto a unas situaciones fácticas para tu máxima comprensión:
1. Densidad
Es una propiedad que determina toda la masa que puede existir dentro del volumen de una materia en específico. Esta es muy utilizada en las ciencias de la química y la física, donde la formula viene representada por el símbolo rho “ρ”, que viene determinada a su vez por la relación de la masa con el volumen; en este sentido queda representada en como p = m / v
Lo más peculiar de esta propiedad física es que puede contemplarse en materias que se encuentren en estado líquido, sólido y gaseoso, conforme al sistema Internacional de medidas, la densidad se proyecta a través de los kilogramos por metro cúbico.
También ha de considerarse que el plano menos experimental, la condición de densidad viene dada por la cantidad de dureza, rigidez o de denso, que exista en una zona, por ejemplo cuando se dice que no se puede salir al jardín porque existe una neblina densa, lo que se quiere decir es que esta es tan consistente y espesa, que no permite la vista ni la contemplación de demás elementos.
Del mismo modo, conviene advertir que el concepto de densidad, ha sido adaptado a las ciencias humanísticas, con cierta similitud, así como en el campo físico se emplea para determinar la cantidad de masa, en esta área se utiliza para señalar el número de personas que pueden existir en un determinado espacio físico.
2. Solubilidad
Esta es una condición de la cual goza un elemento, para poder disolverse dentro de otro o junto a otro, para de este modo, ambos conformar una materia nueva, homogénea y compacta.
Lo más peculiar de esta propiedad es que puede contemplarse en el plano químico desde dos aspecto, uno es el cualitativo, que refiere en sí al procedimiento de disolución, a través del cual se aprecia la fácil o difícil disolución del material.
Como también es posible contemplar un aspecto cuantitativo que hace referencia al resultado, donde se determinará el grado de concentración de cada elemento, después de su respectiva disolución.
Conviene advertir que la química, se utilizan dos términos para poder realizar el proceso de disolución, en este sentido, el material que será sometido se le llama soluto, mientras que el elemento que colaborará para obtener el resultado se conoce como solvente.
Del mismo modo te indicamos que la solubilidad, permite apreciar tres estados de la materia:
- Solución saturada, este es un indicativo de que no es posible diluir más soluto dentro de la solución.
- Solución sobresaturada, en este caso, por exceso de componentes la solubilidad ha excedido los niveles permitidos por la solución.
- Solución insaturada, en este caso, es posible agregar más soluto a la mezcla.
3. Punto de ebullición
Se denomina de esta forma a un proceso peculiar que se lleva a cabo, donde un elemento es sometido a una temperatura alta, que llega a su nivel de coincidencia con la presión atmosférica presente en el ambiente.
Es una condición bastante notoria que determina el paso de la materia de un estado a otro, tanto así, que el mismo se produce de forma abrupta, sucediendo el cambio de un elemento de su estado líquido al gaseoso; tanto es así, que llegado a este punto no es posible que la temperatura pueda incrementarse más.
Dicho de esta forma, conviene advertir que el punto de ebullición depende exclusivamente de la presión externa que se ubique en el ambiente o atmosfera. En este sentido, si tomamos un líquido y lo sometemos a altos niveles de presión, podemos lograr su pase de líquido a gaseoso de forma rápida, sin embargo, si el mismo líquido lo sometemos a niveles bajos, su cambio de estadio, se dará de forma mucho más lenta.
Sin embargo, conviene advertir que cada materia cuenta con características propias, por lo que el punto de ebullición ciertamente puede ser diferente de un material u otro, es decir, cada materia necesitará de una temperatura elevada diferente para poder pasar a su estado gaseoso.
4. Punto de congelación
Este es considerado por los expertos como la propiedad física antagónica del punto de ebullición, ya que conforme al mismo, un elemento es sometido a temperaturas inferiores que generan el cambio de su estado líquido a sólido.
En este sentido, es posible advertir que cada materia, debe ser sometida a puntos de temperaturas diferentes, para obtener su estado de solidificación. Es por ello, que vamos a considerar el elemento agua, para ilustrarte con un ejemplo, para que este pueda llegar a su máximo nivel de solidificación, es necesario, que la misma sea sometida a temperaturas inferiores o cercanas a 0 grados centígrados.
En todo caso, conviene advertir que si se desea, convertir el agua en hielo, que es la forma más común es necesario que la misma se encuentre libre de impurezas, pues de lo contrario requerirá más tiempo de exposición a las bajas temperaturas para lograr su estado de solidez, de lo contrario, puede tardar más su proceso o puede que no se convierta en su totalidad, quedando la misma en un estado indefinido.
Por el contrario, si quieres transformar el agua en gas, es necesario someter la misma a temperaturas superiores a los 100 grados centígrados, de esta forma, el agua pasará de su estado líquido al gaseoso, convirtiéndose en gas o vapor.