La antítesis es una figura retórica que se refiere a la yuxtaposición de ideas opuestas o contrastadas. Consiste en poner en evidencia un contraste de ideas mediante un contraste evidente de palabras, cláusulas u oraciones, dentro de una estructura gramatical paralela.
Antítesis vs. Ironía vs. Yuxtaposición
A menudo, la antítesis se confunde con la ironía cuando se utiliza en el discurso. Aunque ambas se utilizan para transmitir contrastes de ideas, tienen una distinción.
La antítesis se estructura teniendo en cuenta el paralelismo, mientras que la ironía implica contradicciones entre la apariencia y la realidad a través del tono o la elección de las palabras. Véanse los ejemplos siguientes:
- Antítesis: La templanza conduce a la felicidad; la intemperancia termina, en general, en la miseria.
- Ironía: Te encontraste en una zona de no fumadores en tu descanso para fumar.
La yuxtaposición, por su parte, se utiliza también para destacar las diferencias entre dos cosas, pero esas dos cosas no tienen por qué ser totalmente opuestas. Este recurso retórico compara cosas similares para que el público detecte las sutiles diferencias. La yuxtaposición tampoco requiere un paralelismo de oraciones ni una estructura gramatical equilibrada.
Un ejemplo popular de este recurso literario es la expresión “Cuando llueve, diluvia”, que significa que cuando una cosa va bien, muchas cosas irán bien; también, cuando una cosa va mal, todo va mal.
La antítesis en la literatura y el cine
Algunos de los autores más preciados de todos los tiempos se basaron en gran medida en la antítesis. De hecho, es una de las mejores maneras de desarrollar un conflicto, allanando el camino hacia una resolución. También permite que el “bueno” desarrolle cierta fuerza de carácter y luche contra las fuerzas del mal. Algunas obras donde puedes encontrarlas son:
- Julio Cesar de William Shakespeare.
- Historia de dos ciudades de Charles Dickens.
- Harry Potter y la Orden del Fénix de J.K. Rowling.
- Paraíso John Milton.
- Las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis.
- Un ensayo sobre la crítica de Alexander Pope.
- Blanca Nieves y los siete enanitos de Disney.
- La Bella y La Bestia de Disney.
- Hamlet de William Shakespeare.
La antítesis en los discursos y la publicidad
A lo largo de la historia, los oradores han empleado ciertas figuras retóricas como medio de persuasión. A veces, utilizan símiles. En ocasiones, utilizan metáforas o alusiones.
De hecho, incluso la antítesis puede entrar en sus discursos como forma de influir en una multitud. Y, por supuesto, ¿qué sería del mundo de la publicidad sin una inclinación por la persuasión? Una antítesis puede servir para retratar la importancia de un determinado producto o idea.
Algunas de las personas que utilizaron esta figura a la hora de hablar fueron: Neil Armstrong, Martin Luther King Jr, Sara Lee, Alexander Pope, Abraham Lincoln, Jack London, Goethe, Aristóteles, Samuel Johnson y Shantideva.
La antítesis en la música
Las letras de las canciones son, en definitiva, una forma de poesía. Y en la poesía abundan los recursos retóricos, incluida la antítesis. ¿Qué mejor manera de pintar un cuadro o tocar una fibra sensible que con un juego de palabras ilustrativo? Veamos algunas canciones que han empleado este recurso:
- Cada loco con su tema – Joan Manuel Serrat.
- La canción más hermosa del mundo – Joaquín Sabina.
- El Fantasma de Canterville – Charly García.
- Mariposa traicionera – Maná.
- 19 días y 500 noches – Joaquín Sabina.
- Señora de las cuatro décadas – Ricardo Arjona.
- Amores eternos – Joaquín Sabina.
- Noches de boda – Chavela Vargas.
- Ay, pena, penita, pena – Lola Flores.
- Tu amor – Charly García.
- Lloviendo está – Juan Gabriel.
- Las Flores – Café Tacuba.
- Madrigal – Danny Rivera.
- Cecilia – Fito Páez.
- Contigo – Joaquín Sabina.
- Por la boca vive el pez – Fito Páez.
- Los mareados – Susana Rinaldi.
- Corre, dijo la tortuga – Joaquín Sabina.
33 ejemplos de antítesis
Ahora, en este apartado te daremos algunos ejemplos de antítesis un poco más detallados para que puedas entender toda la teoría que te dimos:
- El hombre propone, Dios dispone. – Fuente desconocida.
- El amor es una cosa ideal, el matrimonio una cosa real. – Goethe.
- Es un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad. – Neil Armstrong.
- Errar es humano; perdonar, divino. – Alexander Pope.
- Da a todos tu oído, pero a pocos tu voz. – William Shakespeare.
- Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos. Mateo 22:14.
- O vas a lo grande o te vas a casa.
- La comida picante es el cielo en la lengua, pero el infierno en la barriga.
- Los que pueden, hacen; los que no pueden, enseñan.
- Ocúpate de vivir o de morir.
- La palabra es plata, pero el silencio es oro.
- Si no hay dolor, no hay ganancia.
- No son amigos del espectáculo; es el negocio del espectáculo.
- Sin agallas, no hay gloria.
- Un momento en los labios; toda una vida en las caderas.
- Si no planificas, entonces planeas fracasar.
- La limpieza está al lado de la piedad.
- Los mendigos no pueden elegir.
- Lo que viene fácil, se va fácil.
- Espera lo mejor; prepárate para lo peor.
- Mantén a tus amigos cerca; mantén a tus enemigos más cerca.
- De tal palo, tal astilla.
- Donde hay humo, hay fuego.
- Una onza de protección vale más que una libra de cura.
- Sé lento en elegir, pero más lento en cambiar.
- Dales una pulgada y tomarán una milla.
- Si no puedes vencerlos, únete a ellos.
- Mantén la boca cerrada y los ojos abiertos.
- La basura de un hombre es el tesoro de otro.
- Fuera de la vista, fuera de la mente.
- Donde hay voluntad, hay un camino.
- Flota como una mariposa, pica como una abeja.
- Las palabras groseras provocan tristeza, pero las amables inspiran alegría.