La clasificación de Waterlow establece criterios de clasificación para los estados de desnutrición corpóreos, aplicables solo a los infantes, distinguiéndose de este modo cuatro categorías de desnutrición, a saber la 0,1,2,3 también distinguibles en clase I, II, III, IV.
La desnutrición es una condición patología que puede devenir por una serie de causas pero siendo la más prominente la ausencia de una ingesta de alimentos diarios lo que acarrea el desenlace paulatino de las condiciones propias del organismo del pequeño, lo cual se evidencia física y anatómicamente.
En su aspecto más tangible, la desnutrición evidencia un peso leve en comparación con la edad cronológica del menor, de igual forma una estructura ósea prominente y que permite observarla con gran claridad adherida a la piel (en el caso de los estados de desnutrición extremos).
Las tasas de medición de la desnutrición infantil, suelen ocupar cifras alarmantes en estas épocas tan postmodernas, en la que el crecimiento acelerado de la población acarrea tanta escasez de condiciones de salubridad, como de alimentación.
El conocer la tipología de Waterlow permite distinguir los estados de avance de un cuadro de desnutrición, para poder adoptar las medidas idóneas para la reposición del pequeño.
Clasificación de estados de desnutrición infantil de acuerdo a Waterlow.
Clase I o Tipo 0.
Esta es la categoría referencia acorde a la cual el niño se encuentra entre los rangos idóneos tanto de peso, como de talla, en referencia a la edad.
En efecto, el niño cuenta con una estructura ósea y condición de masa muscular acorde a su talla, siendo esta a su vez correcta en cuanto a las medidas que debe tener un infante de su edad.
Clase II o Tipo 1.
También se le conoce a esta categoría como desnutrición aguda, en efecto, se entiende por esta aquella en la que el niño presenta un estado leve de desnutrición, el cual es perceptible en un peso disminuido en comparación con su talla.
Son casos de niños que han superado el estado de desnutrición, pero que aún le quedan secuelas, siendo necesaria la premura en la adecuación de una dieta que le permita obtener mayor masa muscular.
Clase III o Tipo 2.
Conocida también como desnutrición crónica recuperada, son aquellos casos en el que los pequeños presentan una desproporción entre la talla y la edad, pero en lo que refiere al peso se hayan sincronizados con la talla.
De modo tal, este es el caso, de aquellos pequeños que presentan un estado de esbeltez pero que en realidad se traduce en desnutrición, siendo evidente en sus limitaciones de las funcionalidades motoras y cognitivas que resultan afectadas.
Clase IV o Tipo 3.
Son aquellos casos de desnutrición crónicos y no controlados, también determinados como severos, en los cuales los niños presentan una desproporción entre la talla y la edad.
De igual forma presentan un peso bajo, muy bajo en comparación con la talla.
En estos casos de desnutrición se considera necesaria la intervención médica de forma inmediata para restituir los niveles correctos.