Las urgencias médicas se clasifican en clases I, II, III, IV, las mismas vienen condicionadas por el tiempo de atención que se debe invertir para abordar y tratar la misma.
Una urgencia médica no es más que la atención que se le debe prestar al paciente en referencia al estado de salud que presenta y los niveles de deterioro del mismo, bien sea como consecuencia de una patología sobrevenida o bien se trate de una patología recurrente.
Lo cierto es que con total independencia de la clasificación las urgencias médicas ameritan ser tratadas de forma rápida ya que ello coloca en riesgo la vida del paciente, puesto que toda urgencia compromete el organismo del mismo.
Es por esta razón que los profesionales de la medicina, realizan estudios de forma especializada para poder laborar en las áreas de emergencias de las instituciones y poder así brindar la atención prioritaria que cada caso amerita.
Clasificación de urgencias médicas
Clase IV.
Es aquella que puede demorar a lo máximo un día para su atención, tiempo durante el cual el paciente puede permanecer en observación para constatar su evolución.
Los síntomas más comunes en este tipo de urgencias consisten en la presencia de dolores leves de cabeza y de cuerpo, pequeña dificultad para orinar, respirar o bien ver, también pueden presentarse infecciones.
Clase III.
Son aquellas cuyo tiempo de atención de oscilar entre los 40 y 60 minutos dada las distintas complicaciones que el paciente presenta entre las cuales se encuentra dificulta para respirar, dolor agudo de cabeza, taquicardia frecuente, sangrado sobrevenido, elevaciones de la temperatura como consecuencia de infecciones mal curadas o bien que ya llevan tiempo de incubación de una semana.
Clase II.
Este tipo de urgencias ameritan la atención en un tiempo de 20 a 15 minutos, ya que el paciente presenta una temperatura sumamente elevada, lo cual va acompañado de un estado de cansancio que llega casi a la inconciencia también acompañada de la deshidratación.
En este tipo de urgencia el paciente presenta grandes dificultades para respirar por lo que amerita la colocación inmediata de oxígeno, para que las vías respiratorias se le puedan despejar por completo o al menos ayudarlo a respirar.
De igual forma al paciente le sobrevienen hemorragias que no pueden ser controladas.
Clase I.
En la cúspide de las emergencias, estas deben ser atendidas inmediatamente sin vacilaciones ni dilaciones en el tiempo, ya que los signos vitales del paciente se hayan escasos productos de las consecuencias patológicas apreciables en el mismo.
En estos casos, el paciente se presenta con traumas graves que evidencian músculos o bien estructuras Oseas, lo que le desencadena fuertes dolores como también evidencia gran pérdida de sangre, siendo necesario la colocación de plasma de forma rápida para poder restablecerlo una vez haya sido contenida la hemorragia.
También pueden tratarse de eventos patológicos, como un infarto o bien un accidente cerebro vascular en los cuales el paciente debe ser intervenido para que sus rangos se han vueltos a la normalidad.