Existen diversas relaciones que se establecen en el mundo animal, entre un organismo y otro, los seres humanos como animales (pero ya con raciocinio) podemos servir de morada para el desarrollo de otra especie.
En este caso, nos estamos refiriendo a los parásitos, esas especies de diversos tamaños que ingresan en nuestro cuerpo, y se desarrollan en alguna parta de nuestro organismo en la que su propio sistema les admita como adecuado para el desarrollo de su vida.
La biología que es la ciencia encargada del estudio de las especies vivas y sus condiciones de subsistencia y desarrollo nos ofrece una tipología de parásitos bastante amplia, la cual te traemos a continuación.
Clasificación de los Parásitos
Virus
Contrario a lo que puedas pensar los virus son microorganismos que no temen vida propia, para su propagación y desarrollo, esto amerita que deban inmergir o incluirse en otro sistema celular del cual existir.
Es por ello, que cuando el virus es inoculado en el sistema humano, actúa en su formación como un parasito.
Bacterias
Pese a que estas se conocen como microorganismos que pueden subsistir garcitas a su propio sistema, existe una de sus tipologías cuales son las bacterias parásitas, que necesitan de un organismo viviente para poder desarrollarse, ya que estas ameritan esta energía celular para poder propagarse.
Hongos
Son aquellos que al entrar en contacto por medio de sus esporas con algún organismo celular vivo, tienden a la mutación y conformación de otro tipo de hongo que sucede en la alimentación de los tejidos del organismo en que habita, de aquí que sea esta tipología de hongos sea considerada como parásitos.
Plantas
Contrario a lo que puedas pensar, existe en el mundo vegetal diversas especies, algunas de estas incluso han fungido como parásitos de otras plantas o incluso de todo un ecosistema.
Son catalogadas así porque ameritan adherirse a otra planta para poder subsistir de la cual toman todo lo necesario para desarrollarse, agua, nutrientes, agua.
El inconveniente reside en que esta especie parasita, llega a un momento en el que se propaga a gran velocidad, consumiendo por completo la planta que le dio existencia inicial, suprimiéndola, hasta adherirse a otra de mayores nutrientes.
Animales
En este caso más que indicación como parásitos, nos referimos a que su propio organismo puede servir de huésped y creador de un sistema parasitario, entendiendo que todo organismo animal puede ser portador. En la imagen del costado podemos ver una garrapata, un tipo de parasito muy común en animales.