La insuficiencia cardíaca se clasifica en cuatro clases funcionales.
Esta es una patología que proviene exclusivamente del corazón, la misma consiste en que este no puede bombear de forma correcta sangre adecuada al resto de los órganos, de modo tal que es una afección que sufre el miocardio.
Como sabrás el miocardio es el tejido que reviste el corazón y se haya compuesto por un conjunto de arterias y vasos vasculares a través de los cuales fluye la sangre y se procede a enviarla al resto del organismo y en especial a los pulmones con el objetivo de que se desarrolle la vida.
Pero cuando en el miocardio comienzan a presentarse fallas, la sangre que este comienza a filtrar no es buena, pasando en las mismas malas condiciones al sistema respiratorio, de aquí que la ciencia médica explique en la mayoría de los casos, la insuficiencia cardiaca va de la mano con la insuficiencia respiratoria.
La clasificación de la insuficiencia cardiaca permite determinar los niveles de funcionabilidad del órgano y de todo el organismo, procediéndose de forma posterior a determinar el médico tratante las medidas adoptar y el tratamiento a seguir.
Clasificación de la insuficiencia cardiaca.
Clase funcional I.
Forma parte de la clasificación con el fin de determinar el estado neutral de la patología, en efecto, en este caso se observa el miocardio en perfectas condiciones y los pulmones igual no siendo evidente ningún síntoma.
Clase funcional II.
En este caso la persona puede desenvolverse en sus actividades pero presenta limitaciones para aquellos actividades que exigen un esfuerzo determinado, tal es el caso de subir las escaleras hasta un tercer piso.
En los electros y ecos el miocardio puede observarse levemente obstruido y con un mal funcionamiento, es normal observar cierta fatiga en el paciente, como también incomodidad para respirar.
En este caso, es recomendado un tratamiento médico estricto, dieta y reposo preventivo.
Clase funcional III.
En el miocardio ya son evidentes las obstrucciones de los vasos vasculares como también el paso de la sangre de forma dificultosa, algo que sin lugar a dudas comienza denotar problemas en el sistema respiratorio, todo ello puede ser evidenciado por medio de ecos 3D.
Al paciente le es indicado reposo con el fin de evitar cualquier esfuerzo y sobresfuerzo, es recomendado el tratamiento de sostén y como medida preventiva la aplicación de oxígeno en intervalos del día.
Clase funcional IV.
El deterioro del miocardio es evidente, el paciente presenta imposibilidad para respirar por sí mismos, en dicho caso el oxígeno se torna en una necesidad debiendo ser suministrado de forma absoluta y exclusiva para mantenerlo con vida, debiendo encontrarse bajo estricta vigilancia medida.
Los tratamientos en esta etapa se tornan intramusculares e intravenosos, la alimentación en ocasiones procede por sonda dado el desgaste al que se somete el paciente por el mismo esfuerzo del deglutir.
En la mayoría de los casos ambas patologías van deteriorando el paciente hasta que llega el desenlace final, que es el cese de las funciones vitales.