La columna vertebral es el pilar de nuestro cuerpo, una estructura maravillosamente compleja que nos proporciona soporte, flexibilidad y protección para la médula espinal. En su estado natural, vista de frente, la columna debe ser recta.
Sin embargo, cuando se observa de lado, presenta curvas suaves y naturales en la región cervical (cuello), torácica (espalda media) y lumbar (espalda baja). La escoliosis es una condición que altera esta alineación, creando una curvatura anormal hacia los lados, que a menudo viene acompañada de una rotación de las vértebras.
Comprender los distintos tipos de escoliosis es el primer paso fundamental para un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo. Este artículo explorará en profundidad las clasificaciones de esta condición, arrojando luz sobre sus causas, características y poblaciones afectadas.
¿Qué es la Escoliosis?
Antes de adentrarnos en los tipos, es crucial definir la condición. La escoliosis no es simplemente una «mala postura»; es una deformidad tridimensional de la columna vertebral. Esto significa que la columna no solo se curva hacia un lado (formando una «C» o una «S»), sino que las vértebras individuales también giran sobre sí mismas. Esta rotación es lo que puede causar la prominencia de las costillas o un abultamiento en la espalda baja, conocido como «gibosidad» o «joroba», que se hace más evidente cuando la persona se inclina hacia adelante.

El diagnóstico de escoliosis se confirma typically mediante una radiografía y se mide por el ángulo de Cobb. Un ángulo de 10 grados o más es generalmente considerado como diagnóstico de escoliosis. Sus efectos pueden variar desde casos leves asintomáticos hasta curvaturas severas que pueden afectar la función pulmonar y cardíaca, causando dolor crónico y limitando la movilidad.
Tipos de Escoliosis: Clasificadas por su Causa
La escoliosis se clasifica principalmente en función de su origen. Esta clasificación es vital, ya que determina el enfoque del tratamiento. Los principales tipos son:
1. Escoliosis Idiopática
«Idiopática» es un término médico que significa «de causa desconocida». Este es, con mucho, el tipo más común de escoliosis, representando aproximadamente el 80% de todos los casos. Aunque se desconoce la causa exacta, existe un fuerte componente genético, lo que significa que puede heredarse la predisposición a desarrollarla.
La escoliosis idiopática se subclasifica según la edad en la que se diagnostica:
- Infantil (0-3 años): Poco común. A veces se resuelve espontáneamente, pero requiere un seguimiento estrecho.
- Juvenil (4-10 años): También menos común. El riesgo de progresión es significativo ya que queda mucho crecimiento por delante.
- Del Adolescente (11-18 años): Es la forma más prevalente, diagnosticándose típicamente durante el «estirón» de la pubertad. Afecta a un número similar de niños y niñas, pero las niñas tienen un riesgo mucho mayor de que la curva progrese y requiera tratamiento.
2. Escoliosis Congénita
Este tipo de escoliosis está presente al nacer, pero puede no ser evidente hasta más tarde en la infancia. Es el resultado de una malformación en el desarrollo de las vértebras del feto. Ocurre cuando las vértebras:
- No se forman completamente (Formación defectuosa): Resultando en una vértebra en forma de cuña (hemivértebra) que inclina la columna.
- No se separan correctamente (Segmentación defectuosa): Donde dos o más vértebras se fusionan, impidiendo el crecimiento en un lado de la columna (barra congenita).
Las curvas de la escoliosis congénita suelen ser más rígidas y tienen un alto riesgo de progresión a medida que el niño crece. A menudo se asocian con otras anomalías congénitas, especialmente en los riñones y el corazón.
3. Escoliosis Neuromuscular
Este tipo de escoliosis es secundaria a un trastorno neurológico o muscular subyacente que afecta la capacidad del cuerpo para controlar los músculos que sostienen la columna. La curvatura suele ser larga, en forma de «C», y progresa rápidamente, incluso después de que el crecimiento ha cesado. Es común en personas con condiciones como:
- Parálisis Cerebral: Donde el control muscular y la postura están afectados.
- Distrofia Muscular: Un grupo de enfermedades que causan debilidad y degeneración muscular progresiva.
- Espina Bífida: Un defecto del tubo neural que puede afectar la médula espinal y las vértebras.
- Lesión de la Médula Espinal.
El manejo de la escoliosis neuromuscular es complejo, ya que la curva suele ser severa y puede interferir significativamente con la función de sentarse, el equilibrio e, incluso, la respiración.
4. Escoliosis Degenerativa (de Inicio en la Edad Adulta)
A diferencia de los tipos anteriores, la escoliosis degenerativa se desarrolla en la edad adulta, generalmente después de los 50 años. Su causa principal es el desgaste natural de las estructuras de la columna vertebral. Con el tiempo, los discos intervertebrales se deshidratan y pierden altura, y la artritis (osteoartritis) puede afectar las articulaciones facetarias.
Esta degeneración asimétrica puede causar que la columna se incline y curve. Este tipo de escoliosis es una causa común de dolor lumbar y ciática en adultos mayores, ya que la curva puede estrechar los espacios por donde salen los nervios (estenosis foraminal).
Otras Clasificaciones Importantes
Además de la causa, la escoliosis se puede describir por otras características:
- Estructural vs. No Estructural: La escoliosis estructural (como todas las mencionadas anteriormente) implica una curvatura fija y rígida con rotación vertebral. La no estructural (o funcional) es una curvatura temporal y flexible, causada por factores como diferencia en la longitud de las piernas o espasmos musculares, y la columna en sí es normal.
- Localización: Según la región de la columna afectada (torácica, lumbar, o toracolumbar).
- Patrón de la Curva: Curva torácica derecha (la más común en la idiopática del adolescente), lumbar izquierda, o doble curva en «S».
Conclusión
La escoliosis es una condición multifacética que no tiene una sola causa o presentación. Desde la misteriosa naturaleza de la idiopática hasta los orígenes específicos de la congénita y la neuromuscular, cada tipo requiere un enfoque de manejo único y personalizado.
El diagnóstico temprano a través de exámenes de rutina, especialmente en adolescentes, es crucial para monitorizar la progresión e intervenir cuando sea necesario. Si bien un diagnóstico de escoliosis puede ser alarmante, entender su tipo específico es la llave para acceder a un abanico de opciones de tratamiento que, desde la observación y la fisioterapia hasta el uso de corsés o la cirugía, tienen como objetivo preservar la función y la calidad de vida del paciente.
