Las lesiones en el cuerpo humano se clasifican de acuerdo con la zona afectada como lesiones óseas, lesiones musculares, lesiones de la piel, lesiones articulares y finalmente, las de órganos internos.
Cada tipo de lesión puede ser causada en diferentes circunstancias, sin embargo, todas estas lesiones pueden ser provocadas a la vez, es decir, por un hecho común que podría ser un accidente automovilístico, una caída a gran altura o durante un desastre natural; como un sismo de gran magnitud.
¿Cuáles son los tipos de lesiones?
Oseas
Pueden ocurrir en cualquier hueso que constituya el sistema óseo y principalmente consisten en una ruptura, por pequeña que sea, que cause daños dentro de la estructura. Esto significa Cualquiera que contenga un sistema óseo está propenso a sufrir lesiones de este tipo por cualquier circunstancia sin embargo los ancianos y los niños tienen mayor probabilidad de padecerlas.
Los niños porque tienen una actividad física más alta que la de cualquier persona y sus huesos son más débiles; sin embargo pueden sanar más rápido debido a que se encuentran en una etapa de crecimiento que hacen que sus células se encuentren muy activas.
Los ancianos en cambio, pueden sufrir lesiones porque han perdido con los años los nutrientes necesarios para mantener los huesos lo suficientemente fuertes y tienden a quebrarse más fácilmente.
De la piel
La piel está muy expuesta a traumas de diversos tipos que pueden acarrear grandes daños a este órgano, todos esos daños son denominados lesiones y pueden ser ocasionados por diferentes agentes, como enfermedades, el fuego o incluso por exceso de frio.
Las lesiones en la piel son muy comunes y tienden a sanar muy rápido porque la piel tiene una excelente capacidad e regeneración, pero a veces se producen lesiones graves que requieren tratamiento y cuidados profundos para ayudar al órgano a restablecerse.
Musculares
Ocurren dentro de la capa muscular y pueden afectar la movilidad de una persona porque el sistema muscular puede reflejar los movimientos a través de los tendones y otras partes de este sistema que se encarga de recubrir y proteger los huesos.
A veces una fractura ósea puede afectar el sistema muscular causando roturas, es estos casos la persona se ve afectada por dos tipos de lesiones que generalmente ocurren cuando el hueso se quiebra por traumatismos de gran impacto, aunque puede depender de la debilidad ósea al momento del quiebre.
Articulares
Son daños ocasionados en las articulaciones ya sea por excesivo movimiento o por una postura errónea a la hora de realizar un movimiento. En estas lesiones pueden ser de recuperación lenta y por lo general requieren inmovilidad parcial o total de la extremidad afectada porque una falla en la recuperación podría implicar un mal mayor.
Por lo general los ancianos y deportistas padecen mucho este tipo de lesiones, los primeros pueden privarse definitivamente de la movilidad en algunas ocasiones, dependiendo de qué tan comprometida esté el área.
De órganos internos
Ocurren por traumatismos generalmente externos llegando a disminuir las funciones de los órganos afectados. Por ejemplo, la ingesta de alcohol y enfermedades puede generar lesiones en el hígado que generalmente se manifiestan en líneas o manchas que erosionan el órgano disminuyendo su capacidad o una infección renal causa una lesión al riñón que reduce sus funciones.
Si comprendemos la función de los órganos entendemos que su buen funcionamiento mantiene el equilibrio del organismo en general, ya que expulsan la cantidad correcta de sustancia y del mismo modo procesa las correspondientes dada la función de cada uno, por eso una lesión en ellos puede generar graves daños al causar un desequilibrio en su función.