Tipos de contracción muscular

La contracción muscular se clasifica en isotónica, isométrica, auxotónica e isocinética.

El termino contracción muscular resulta sencillo de definir, partiendo del hecho de su concepto general, ya que se entiende por contracción la acción y efecto de recoger o bien de recortar algo, en cuyo caso, a nivel muscular, hace referencia al efecto que sucede sobre el musculo haciendo que este se recorte o haga pequeño.

Hay quienes consideran, en especial los expertos en el área médica, que la contracción muscular deviene de una respuesta fisiológica del cuerpo, es decir, que esta provenga de una acción frente a un estímulo que ocasiona que el musculo se retraiga, veamos sin más los tipos que pueden presentarse sobre la misma.

¿Cuáles son los tipos de contracción muscular?

tipos de contracción muscular

Isotónica.

Lo primero que debe concebirse es que el término isotónico, el cual hace referencia a un estado de igual tensión, de modo tal, que en este caso, la contracción que sufre el musculo es bastante peculiar, ya que este se reduce y luego se expande.

Suele considerarse la lesión más leve pero más frecuente que puede sufrir una persona durante una actividad deportiva o que le demande cierta fuerza, por lo que el musculo sufre una tensión que ocasiona que el mismo se contraiga o bien se retraiga y se pueda producir un acortamiento, para de forma posterior este alargarse, sin duda un proceso que representa un dolor de magnitud, esta puede clasificarse a su vez en:

  • Concéntrica, aquella que se produce cuando el órgano es sometido a una resistencia peculiar, que ocasiona que el musculo se retraiga y aunado a ello, el mismo se desplace de su espacio o bien orbita.
  • Excéntrica, en dicho caso, el musculo es sometido a una resistencia peculiar, pero la cual no ocasiona su recogimiento sino que por el contrario genera que el musculo se estire y se produzca un desplazamiento del mismo, producto de su alargamiento.

Isométrica.

El termino isométrico hace referencia a una misma longitud, de modo tal, que se trata de una contracción peculiar, en la cual, el musculo no sufre afecciones en su extensión, pero si soporta una tensión.

Esta es una contracción muy común, ya que la misma puede generarse de cualquier circunstancia o situación, es decir, que esta puede sobrevenir de una actividad común y corriente que amerite de la persona la realización de determinada fuerza.

Al contrario de la contracción anteriormente descrita, que puede manifestarse en el propio cuerpo, esta no se hace del todo evidente, pero suele caracterizarse por dejar le musculo en un estado estático y rígido, imprimiendo gran dolor en la persona, llegando el mismo a ser insoportable.     

Auxotónica.

Aquella que ocurre de forma combinada, es decir, incluye las dos contracciones explicadas con anterioridad, de modo tal, que se manifiesta al principio un recorta miento del musculo  para de forma posterior procederse al alargamiento del mismo, hasta llegar a un estado estático, donde el musculo recupera su forma, pero queda con la tensión.

Se considera que la misma deviene de un gran esfuerzo al que es sometido el musculo, de modo tal, que este primero debe de soportar una fuerza, para de forma posterior tolerar una resistencia determinada, todo lo cual, lo conduce a una contracción bastante peculiar, que deja un dolor insoportable en la persona, debiendo en ocasiones atendérsele de urgencia. 

Isocinética.

La cual sucede como parte de una actividad física, en la cual, el musculo se encuentra sometido a una velocidad constante, pero que como parte de un mal movimiento llega a sufrir un desplazamiento que genera el dolor.  

Como es de comprender el musculo se haya conformado por un conjunto de fibras, las cuales responden en su conjunto a la fuerza y tensión que se ofrece a las mismas, motivo por el cual, estas terminan adaptándose a las demandas que el cuerpo ocasiona sobre las mismas, y es que de forma automática las mismas deben responder y es que no en vano, estas son las responsables de los movimientos musculares.

Por supuesto, cabe señalar que en algunas ocasiones, las contracciones que pueden  haber  a lugar en el cuerpo, no siempre se dan de forma voluntaria, es decir, que estas no siempre provienen de una acción sobre el organismo, o lo que es lo mismo, no siempre resultarán de un proceso de tensión o resistencia.

Sino que por el contrario, pueden ser involuntarias y  suceder como parte de un proceso natural que lleva a cabo el cuerpo, tal es el caso de las contracciones uterinas que se generan durante el parto, las cuales tienen a lugar para que los músculos de dichas paredes puedan prepararse para el desplazamiento del bebé, es decir, que estas se encargan de reducirse y expandirse durante el trabajo de parto, ocasionado así que el mismo sea expulsado.

Dada la magnitud de tensión y resistencia a que son sometidos tales músculos, es de esperar que los mismos, continúen asistiendo contracciones una vez terminando la labor, pero ello obedece al recogimiento que los mismos hacen para evitar que el útero quede extendido.

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