Definición, concepto y ejemplos de anáfora
Son diversas las figuras que pueden emplearse en el lenguaje, es por ello, que resulta fundamental, el poder conocerlas todas, a fin de hacer un buen uso de las mismas.
Es así, como entra en juego el uso adecuado de las reglas de la sintaxis, que no son más que aquellas que permiten mantener la lógica y coherencia en los distintos mensajes que se envíen entre las partes.
Distinguiéndose así, distintos elementos que pueden ser empleados en las oraciones o bien en los contextos, bien sea con la finalidad de ofrecer coherencia a la idea a transmitir o brindar un mayor realce a la expresión que el autor desea proyectar, siendo la anáfora una partícula de la gramática, capaz de ofrecer ello.
¿Qué es la anáfora?
Cabe acotar que el término anáfora, forma parte de las palabras polisémicas, es decir, que presentan más de un significado, aclarado ello, procederemos a sus definiciones.
En primer término, conviene advertir que la anáfora es evaluada desde una perspectiva gramática, con arreglo a la cual, esta se distingue como una forma de expresión del lenguaje que consiste en reducir el mensaje, es decir, en contemplar una serie de palabras que expresen lo ya indicando pero sin caer así en redundancia, es así, como muchos indican que la anáfora no es más que una forma de sintetizar el mensaje.
Considerada de dicha forma se trata de un recurso gramatical, que pretende evitar la redundancia en el texto, evitando con ello, que el mensaje se disperse y con él se pierda el significado que la persona le había concedido, es así como se recurre al uso de verbos y de adverbios que sustituyan la expresión antes dicha, pero que establezcan una continuación lógica al mensaje ya expresado.
Por otra parte, desde la perspectiva de la retórica, la anáfora, se corresponde con un recurso de acentuación de las expresiones, que viene marcada por la repetición de palabras, con el fin de poder acentuar un sentimiento, una manifestación o bien de puntualizar una idea, siendo un recurso muy recurrido en la poesía.
De modo tal, que conforme a esta concepción la anáfora pasa a considerarse una figura literaria, que busca la exaltación del mensaje, o bien de la emoción que se desea transmitir por medio del mismo, lo que se pretende con ella, es repetir aquellas palabras que guardan un significado especial, bien sea para el autor o bien para la musa, y que fácilmente al ser mencionadas harán explotar un sentir del cual no pueden prescindir.
Contradictoriamente como se puede apreciar la anáfora presenta dos significados, que conducen a ideas diferentes, y es que como recurso gramatical, se emplea para evitar la repetición y redundancia; mientras que, como recurso literario se emplea para repetir, estableciendo así la importancia en el mensaje.
Y por último conviene indicar que en el rito católico, la anáfora, suele señalarse como la oración que se lleva a cabo durante la misa, antes de la acción de gracias de los laicos, a fin de brindar las gracias al señor por los favores concedidos, por lo general, esta se caracteriza por ser una oración corta y lacónica, que invita a la reflexión interior.
Tipos de anáfora y ejemplos
Conviene realizar esta sección, a fin de que se pueda comprender mejor que es una anáfora y como se puede emplear esta de forma adecuada.
- Anáfora como recurso literario, ya señalamos que la anáfora en el campo literario, se manifiesta en la repetición de palabras, pero a fin de que esto resulte mucho más sencillo de identificar te señalamos dos aspectos preponderantes a considerar cuales son:
- La palabra debe de presentarse al inicio, es decir, que se considerará como parte de un poema y no como una inexacta lingüística, siempre y cuando la palabra a repetir, se encuentre siempre al inicio de una oración, es decir, que esta debe de en todo momento abrir la misma.
- Que se encuentre en unos versos o bien en una prosa, de modo tal, que debe de tratarse de una poesía, lo cual puede identificarse plenamente por su forma y su fondo.
Es decir, debe de cerciorarse que el contenido cuenta con lenguaje figurado, y que se encuentra dispuesto en la forma más común de las poesías, como lo son los versos.
Veamos en ejemplos de que trata ello.
En el siguiente fragmento del poema de Elegía de Miguel Hernández, podemos apreciar un ejemplo tangible de Anáfora:
“Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rondando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada”
Como se puede apreciar el autor, repite en los tres primeros versos la palabra temprano, y los tres últimos la expresión no perdono.
Lo mismo puede apreciarse en el fragmento del poema titulado Rima IV de Gustavo Adolfo Becquer:
Mientras las ondas de la luz al beso
palpitaban encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
del fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera
¡Habrá poesía!
Como se puede apreciar el autor reitera la palabra mientras, para con ello hacer la entonación debida en el mensaje que desea transmitir.
- Anáfora como recurso gramatical, por contraposición, cuando se emplea en el área gramatical, la anáfora pretende es evitar la repetición de palabras, pero ello no implica que el mensaje se transmita de forma incompleta y menos que menos, se pretende con ello, que el mensaje se distorsione, al contrario se busca es que este resulte por demás inteligible y claro, sin mediar tantas palabras en su transmisión, de modo tal, que estas se distinguen en:
- Correferencia o de referencia, alude a aquellos términos que se emplean para hacer referencia a una misma cosa, elemento o bien ente dentro de la oración, por ejemplo:
Hable con Carlos, pero no lo invite a la fiesta.
Como se puede apreciar, Carlos y la palabra lo, refieren a lo mismo,
Katrina se quedó escuchando la conversación, pero no pregunto por Jonás, para evitarse así problemas con su madre.
En este ejemplo, Katrina y evitarse, refieren a la misma persona.
- De sentido, en dicho caso, las palabras empleadas no necesariamente refieren a un mismo elemento, pero si pueden incluir una misma acción, conviene advertir que así como en la anáfora correferencia el uso de pronombres jugaba un papel importante, en este caso, el uso de los verbos marca la distinción.
Por ejemplo: Le dije a María que se comiera la sopa, pues yo me comería la ensalada sin problema.
Resulta preponderante que la persona preste buena atención al mensaje, para que no se pierda en el mismo, o bien para que no se den lugar a equívocos, siendo preponderante que los conectivos y verbos a emplear sean similares o sinónimos entre sí.
- Cero o elíptica, se trata de aquella que refiere a elementos dentro de la misma oración, pero que se encuentran en espacio tiempo o modo diferente, no obstante el empleo de palabras de forma adecuada garantiza la comprensión del mensaje, por ejemplo: Margi vino en la tarde, pero tú no estabas, le he dicho que venga mañana temprano, para que conversen mejor.